Para el poeta Hernán León Nunca sangró tanto un poema
Como el que habita en mi soledad.
Socorro Carranco
Los mil muertos no dejan ver el rostro
encendido del hombre que carga en la espalda otras vidas,
desata pensamientos cuerdos y coherentes.
Repite mil veces un nombre atrapado en su mente,
recuerda un rincón antiguo repleto de perfumes nuevos.
Escribe en metáfora el trotar de los peces,
lee poesía viva y se cree muerto.
Reinventa el amor cuando empieza la lluvia,
se vuelve hombre para no desmayar ante la fantasía,
se vuelve niño, para mirar las estrellas.